La poesía de Luís Vargas Alejo es hija de la reflexión y sus vivencias... así comienza el prólogo de esta obra, que realizó el también poeta cubano, José Valle Valdés.
Por una parte, el temperamento reflexivo que lo caracteriza, y la rica sensibilidad educada bajo el continuo ejercicio de la lectura, lo inclinan favorablemente al apotegma y la ficción, a la elaboración subjetiva de su realidad.
Por la otra, el segmento histórico vivido, complejo, saturado de encontrados acontecimientos, ha sometido su condición humana a grandes pruebas, que han modelado definitivamente su carácter y visión del mundo.
De costados tan vigorosos, decisivos en la configuración de una mentalidad, nace su poesía, situacional y directa, de raigal afición humanista.
XXXIII
Cada vez
hago versos
más pequeños
porque llegué
por fin
a saber
que
la nada
es algo...(es mucho)
de donde
nace
todo
Vivir
en el vacío
para
llenarlo
con hojas de luz
como planetario
donde giran
los
planetas
soñados.
Cada vez
hago versos
más pequeños
porque llegué
por fin
a saber
que
la nada
es algo...(es mucho)
de donde
nace
todo
Vivir
en el vacío
para
llenarlo
con hojas de luz
como planetario
donde giran
los
planetas
soñados.
La reseña completa se puede leer en el blog del autor picando aquí.
Este libro se puede adquirir y descargar picando aquí.
Sin petulancia, consciente de que no soy un entendido; pero, en honestidad convencido, les expreso:
ResponderEliminarQuien guste de los rumbos actuales de la poesía, encontrará en este poemario, una voz que quiere abarcar, con inteligente mesura, la cotidianidad de este mundo; sin estridencias, ni panfletos; simplemente, el poeta nos presenta su visión subjetiva, ya simplificada al todo, de la sociedad que nos tiene y va nombrando roces comunes, avatares, que nos alcanzan es esta vocación de vivir; que nos semeja. Saludos
Gracias amigo por comentar y ampliar el conocimiento de este poemario que no me cabe duda que vale la pena leer.
ResponderEliminarBesos, Karyn