lunes, 28 de febrero de 2011

"UNA MUJER LLAMADA MUERTE" de Antonio Medina Guevara

"Una mujer llamada Muerte" Es un cuento fantástico en formato de novela - narrativa, ambientado en la preciosa ciudad de Cartagena de Indias (Colombia).

En él se da rienda suelta al la fantasía de los personajes, que se entremezclan con los maravillosos ambientes cargados de historia de la Heroica.

Está editado por editorial Pelícano en formato de novela de bolsillo.

De momento solo a la venta en USA, Colombia e Iberoamérica.


Arnaldo es un joven blanco al que una mujer negra lo crió como si fuera su madre, al que las cosas le van bien con su negocio de zapatero en Cartagena de Indias. Un día conoce a dos mujeres de extraordinaria belleza: una es la juventud en su pleno resplandor de una mulata, la otra es una belleza fría de piel de escarcha. 
     Un día decide marchar con la que le dice ser la muerta…
     Entonces descubre que es una mujer que sufre y que añora la vida de los humanos…


     Unas frases del cuento:


     Se fue Arnaldo de la casa dejando su pecho dentro. Olvidando a todo y a todos; andando durante horas por las callejuelas y sin destino aparente. A final paró. Se sentó bajo las palmeras del Parque de Bolívar de espaldas a un fuente que rompía su catarata de agua al monumento, miro para atrás al sonido y vio al viejo que leía las manos. Le dijo:
     —Tenías razón viejo. Vengo de ver a la muerte. Esa mujer mata con su mirada igual que el sol al rocío.
     —¿Verdad que es bella? —le contestó preguntando y mirando con la vista perdida y ciega.
     —¡Bella es poco…, es hermosa! 
     —Tienes suerte y a la vez desgracia —le dijo el viejo—. Quien la ve se queda prendado, se va y ya no vuelve. Algunos, muy pocos, la vieron y no se fueron… Yo fui uno de esos…, yo la vi al quedar ciego y desde entonces no quiero recuperar la vista…, así puedo verla.
    …..


     Al verla ante la puerta, la niña le lanzó la mejor de sus sonrisas. Después le preguntó:
     —¿Nos vamos…?
     —Si Alicia…, ya nos vamos.
     —Espera, que me despido de mi madre. —le dijo la niña.
     —No puedes. Ella está soñando contigo y no se debe despertar a nadie de los sueños. Pero no te preocupes, ya lo sabe.
     Salieron de la habitación con la niña agarrada de sus manos, alegre y dando saltitos por el pasillo…, había dejado atrás la cama y los tubos... 
     Ya no los necesitaba.
 
El libro se puede solicitar picando aquí.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por presentárnoslo, amigo.
    Abrazo

    ResponderEliminar
  2. Antonio escribe muy bien, espero que este cuento fantástico llegue muy lejos.
    Besos.

    ResponderEliminar