martes, 12 de mayo de 2015

"DIOSES EN PARÍS" de Alfonso Blanco Martín.

TEXTO DE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO EN BARCELONA

Esta es una ocasión auténticamente especial para mí. Haber escrito este conjunto de relatos solo tiene sentido ahora que estoy ante vosotros, los lectores, y, sobre todo ahora que el libro ya es vuestro.

Estoy aquí porque os necesito o porque mi libro, que ahora tiene vida propia, que ya no es mío, os necesita. Él y yo deseamos lectores, él porque solo ha nacido para eso, su vida no tiene sentido sin lectura, y yo porque escribo para comunicarme con conocidos y desconocidos, porque hay un afán en mi que no he querido dominar y que se traduce en buscaros, en decir por escrito lo que todos llevamos con nosotros, en inventar vidas en las que podamos vivir un rato, en el deseo de proporcionar placer, aunque incluso a veces sea un placer un poco duro, como el de una caminata por el campo con sus cuestas abajo y sus cuestas arriba…

Os presento un conjunto de relatos independientes que están unidos por la ciudad en la que ocurren y por eso que ocurre en todas las vidas, que se van cruzando al azar…

Quizá os podáis preguntar por qué los dioses y por qué París.

Os voy a responder como si me lo hubierais preguntado. Un día me pareció sentir o quise pensar que los antiguos dioses posaban sus miradas en nuestras acciones, como cuando aún tenían poder, pero los veía ahora impotentes aunque llenos de esa sabiduría de los viejos que saben que las historias antiguas se repiten aunque su forma cambie.

Me gusta mucho hablar de París aquí precisamente, en Barcelona. Yo nací, trabajo y me divierto en Madrid, pero París es mi segunda ciudad, como lo es Barcelona. Son dos ciudades que he elegido porque parecían llamarme y hacia las que me ha conducido el deseo. Tanto Barcelona como París son ciudades que he conocido y reconocido cada vez que las he pisado, en las que el paseo tiene un sentido propio y especial. Los personajes de los relatos pertenecen a, o pasean por, los distintos barrios de París. Allí, como aquí, uno se da cuenta de que no son lugares para andar deprisa por sus calles aunque su realidad cotidiana esté llena de prisas y cada quien pueda recorrerlas, por descontado, como desee.

Podría resumir diciendo que he elegido París porque es real y un tanto mítica, y que los dioses aparecen porque son un tanto míticos e irreales. Ellos, los antiguos dioses olímpicos, me han susurrado viejas historias y yo las he visto encarnarse en personajes de nuestro tiempo…, si es que hay un tiempo propio.

Hablaba antes del paseo reposado y esto me da pie a comentaros que estos cuentos no son para leer deprisa. Están escritos despacio. Pero cada quien puede hacerlo como quiera, no solo porque evidentemente es así sino porque una vez escritos son del lector y así me gusta que suceda.

Los títulos de los relatos son lugares de la antigua Grecia que yo he puesto en paralelo con los barrios en los que suceden estas historias y que siguen un orden alfabético, ese orden es mi elección y se enfrenta a la inevitable anarquía de los dioses; también quiere representar el orden aparente de la ciudad constantemente negado por la vida que fluye en ella.

Los dioses inspiran los títulos desde su lejanía, desde su comprensión de que nosotros necesitamos un lugar accesible, no como ellos, para vivir y amar juntos…

En las calles, en las plazas, en los parques, en los cementerios de la ciudad, vais a encontrar diferentes aventuras de amor y muerte, comedia, drama y algo de fantasía, que se entrelazan, pareciera que al azar, por sus entresijos.

El relato de la historia de cada uno de nosotros está contada y está por contar, de esa forma fluyen los relatos que os ofrezco, como fragmentos de vida ya contada y como fragmentos de vida por contar. Os ofrezco que completéis las vidas que casi no se ven, pero que existen y se intuyen entre los relatos.

Hace poco, un amigo recordaba el silencio como fuente de lo que el escritor ofrece y de lo que el lector recibe. En ese silencio habitado me pongo en comunicación con vosotros para habitar, a su vez, vuestro silencio con historias, sucedidos y tramas entre las que vamos viviendo, con las que soñamos o con las que sufrimos y gozamos…

Muchas gracias a todos.

 

El libro se puede adquirír en formato físico o electrónico picando en cualquiera de las siguientes direcciones:

Casa del libro    -    Amazon    -    Ediciones Oblicuas

domingo, 20 de abril de 2014

POESÍA QUE BROTA DEL SILENCIO
LA POESÍA DE DORIS DE MELO
                                 
            “En sueños brillas tú, lo alejado”
                                           Hölderlin


La poesía es vida y es inteligencia, colores y sentidos, magia y serenidad, símbolo y visualización; es el yo enfrentado al todo, a la angustia de ser y dejar de ser como lo entendía muy bien el poeta levantino Brines.  El yo frente al devenir. “Más que el ser, el sí mismo”, diría Jaime Siles al respecto en el ensayo “Estados de conciencia”. Pero ha de intervenir en ella, a través del deseo de transcender, la razón, los propios pensamientos e inquietudes, bien en desvelos, bien en remansos o en la impetuosidad del desahogo necesario, a través de una armonía métrico-visual que alcancen los sentidos ahí donde el valor sensorial supera el conceptual y lo trasciende –vaciamiento anímico absoluto-, donde cada parte es establecida y a la vez concluyente. En resumen: hay que ir superando el forcejeo entre sistema y significado; entre lo imaginado y lo real; entre lo ácrono y lo atemporal en que a veces se debate el pensamiento y desde donde fluye la poesía; hay que ir hacia la obra perfecta fundiendo inteligencia con exaltación.

Lo brevemente expuesto  sirve de acceso a este sucinto prólogo, para dar un sentido subjetivo a lo que este hermoso libro de poemas nos propone. Doris de Melo lo manifiesta fehacientemente  en su “Rasgando la memoria”, sentido como hondo ideal de quien ha de expresarse con sinceridad y plenitud, a partir ese eterno instante de la nada profunda desde donde intentamos sobrevivir. En ese perdurar, la poetisa se va reinventando verso a verso en una especie de almanaque de poemas que siente postergados como ella misma, madurando la feliz idea de ir desglosándolos desde ese ámbito bien resguardado donde apuntan -al filo de la noche- a lo trascendente como siluetas del ensueño, ahí donde los silencios y la soledad se hacen infinitos, como muy bien nos anuncia en uno de sus primeros versos.

La poetisa se pregunta, la poetisa indaga en las emociones e intenta contestar a través de ellas el por qué de su serenidad o angustia, siempre desde un acento de elevados desahogos propio, alejado en lo posible de influencias y modas al uso. La creación nace de la soledad como ámbito y sostén a la manera de Rilke, e inicia su desarrollo en una insistencia-persistencia sobre una idea matriz surgida o motivada al azar de las propias vivencias y notables sensaciones guardadas. Por tanto, el hecho poético es ajeno en principio a movimientos externos, a influencias literarias o sociales preestablecidas; pertenece al ámbito personal, diría que exclusivo, y no tiene fin: es una corriente de sensibilidad permanente que avanza, ya que el poema no se termina, transciende, explora en sí mismo, es prolongación en el escritor, en el leedor, en el sigiloso mutismo de la propia comprensión que lo asume. Por eso es difícil encontrar límites divisorios en las evoluciones posteriores de esa fuerza inercial que se hace necesaria, ya que es una aventura hacia lo absoluto; una unidad armónica de identidad y de conciencia comunicativa profunda, donde el hecho poético se relaciona con el mundo con tenues vibraciones de  belleza perdurable. Una unidad de significación que deviene del método y disciplina de la propia entelequia, para querer ser expresada con celo de ilimitada diafanidad. Hay que remontar el lenguaje común hasta el del propio poema; hay que conformar, con simetría estructural -cuerpo, color, volumen, ritmo, espacio-, arquitectónicamente a través de palabras convertidas en versos, el edificio maravilloso de los sentimientos y expresarlos.

El impulso poético nace de una emoción. Doris de Melo, habitada de recuerdos y nostalgias amorosas –presencia de ausencias-, recrea la existencia, intenta desentrañarla, capta la permanencia de lo fugitivo. Nos va involucrando –alquimia de la palabra- en aspectos del amor y de su abandono, tal una plenitud insatisfecha sutil y emocionalmente presente o recuperada, donde se desvela la verdad de lo ausente; un tiempo que parece traicionarnos desde esa pena que parece ahogar la zozobra de los abandonos, donde la noche se convierte en ánima errante, en soledad sin nombre, en poemas epónimos o simbólicos que han de servir de profundos desahogos expresados en prolíficos versos que se disuelven en insondable temporalidad como buscando el futuro de un pasado no resuelto.  La voz femenina se escucha suave, latente casi, susurrada, con voz cotidiana. Calidad ritual y musical, en una avalancha de cadenciosas emociones plenas de hechuras afortunadas y sentimientos imperecederos, que nos estremecen, ensimisman y logran sobrecogernos en constante sensación de verdad. Pero a la vez, es una obra que plantea desafíos y exigencias en su densidad enigmática, siempre desde lo cercano reconocible.

Versos que marcan como una resonancia, como una voluntad ética, magnética y sincera, al abrirnos a la ternura –lo sensible inmediato- desde su inteligencia emocional, desde su asombrosa esencia de mujer inspirada llena de verdaderas iluminaciones conceptuales de gran expresividad sonora. “Rasgando la memoria” se convierte así, para todo buen lector, en  sencilla frescura vital, a través de unos poemas que contagian; que tornan, por muchas digresiones que se den, allí donde  brotaron: a lo profundo del alma donde se personifica el verso a través del propio hálito.


Barcelona. Diciembre de 2011.

©Teo Revilla Bravo.


Los libros de Doris Melo pueden encontrarse picando aquí

jueves, 23 de enero de 2014

LA MENTE, ALZHEIMER Y LAS PERSONAS de Juan Úbeda






Sale un libro diferente en el modo de entender y atender la enfermedad mental.

No se escribe uno de tantos libros de esta enfermedad que ya están escritos.

¿Para qué?

Ni se dicen las mismas cosas que se han dicho siempre.

El primer capítulo está dedicado a entender qué es la mente.

¿Cómo percibimos el mundo?

¿Existe la realidad? ¿Qué es la realidad?

¿Recrean dos mentes una misma realidad aparente del mundo?

Conocer la mente, te facilita el conocerte a ti, se da respuesta al interrogante: ¿Y tú quién eres? Y si te conoces a ti, te será más fácil conocer a los demás. Y te será más fácil entender qué sucede cuando una persona tiene una enfermedad mental… Te será más fácil ayudar a esa persona si entiendes lo que le ocurre.

Vivimos en un mundo con demasiados complejos y mitos… que nos tapan el conocimiento de nosotros mismos… Pues, fuera mitos, fuera complejos, fuera velos, fuera tabúes, y que se abran las puertas del conocimiento… da respuesta al interrogante, aprende, y sé libre desde ti… ¿Y tú quién eres?

Y a partir del segundo capítulo, se habla de la enfermedad de alzheimer.

¿Qué es la enfermedad de alzheimer?

¿A una persona con enfermad en la mente, qué le ocurre en las funciones cognitivas?

¿Cómo podemos ayudar a una persona con este tipo de demencia?

¿Se puede ayudar a sí misma una persona con demencia tipo alzheimer?

En el cuarto capítulo, se habla con bastante extensión sobre conductas, comportamientos, costumbres, convivencias, técnicas de conducta, etc.

En otro capítulo, se habla de los recuerdos… ¿Qué son los recuerdos?

Hay otro capítulo más adelante en el que se habla de los trastornos que pueden surgir en una demencia tipo alzheimer.

En el último capítulo, se dan unas reflexiones sobre la vida y el mundo en que vivimos cual creemos que es real, si bien, la realidad es aparente.

Hay ocho capítulos, y al principio una introducción que se recomienda sea leída, especialmente para entender mejor el primer capítulo.

Puedes pedir el libro aquí:


Y aquí:


Se hace el pedido y en cuatro o cinco días lo tienes en casa.



O bien, si eres de Málaga o estás por la ciudad y nos vemos, me lo puedes pedir y te lo doy en ese momento. Con ello además, te ahorras los gastos de envío, y si quieres, te lo dedico.




miércoles, 10 de abril de 2013

RITUAL DEL VISITANTE de José Verón Gormaz




RITUAL DEL VISITANTE

José Verón Gormaz muestra una sagaz percepción de la conciencia reflexiva en su obra, sorprendente. Se vivencia especialmente, a través de los serenos y reflexivos versos que va escribiendo desde hace muchos años. Versos que al instante de su lectura, irradian imágenes y tonalidades conmovedoras muy atrayentes para el lector. José Verón posee un universo artístico personalísimo e irremplazable, emergido de donde se funde el campo y el cielo con facilidad de salmo, en esa tierra aragonesa que el poeta siente con todo el alma y que retrata, desde la percepción más íntima, como pocos saben hacerlo. La atmósfera captada, reflejada a través de los vehementes e íntimos poemas -o a través de la fotografía, a la que también se dedica con acierto no menos poético que en los versos-, se hace complaciente al momento con el leedor, pese a serle un territorio inexplorado, repleto de profundos silencios y de grandes soledades. Envuelto en esa elipsis, en ese clima a menudo sangrante pero siempre hermoso y conmovedor, escribe y reflexiona denodadamente el poeta sobre la vida y sus complejidades, atento al menor sonido, al mínimo movimiento, privilegiado observador de las particularidades poéticas y filosóficas que posee la tierra, esa tierra de cultivos verdes pero también campos de ocres secanos, de serranías grises o cenicientas, de arbóreos montículos, de pueblos de adobe y llanto castigados por el omnipresente sol del estío… Todo penetra por la abierta ventana de la habitación del poeta para amalgamarse con su propio pensamiento; todo es una inevitable génesis lírica: los caminos, los yermos valles, el arroyuelo áspero donde casi ni baja agua, el viento impulsivo, el sol que reseca labrantíos y golpea casas, las luces, las sombras, y, en lontananza por donde serpentea el sendero, el solitario caminante con su carga emocional de vida... Todo lo acopia José Verón  con esa peculiaridad que le da ser poeta de versos ponderados, perceptivos y admirables, que parecen ser llevados, por el céfiro crepuscular, de un lugar a otro del pensamiento en la soledad de la tarde…
Aparece, al momento de iniciar la lectura de los poemas, la enorme calidad ritual que poseen, en una arquitectura que se liberó de andamiajes y apoyaturas dejando una gran resistencia y una sólida madurez expresiva. Una sorprendente obra que da acierto a la observancia, a “la ceniza, que envuelve las palabras/ y las guarda del frío de los años” en ese “camino de papel y de palabras” que tan bien conoce el escritor. Brotan los versos con la capacidad demiúrgica de haber sido creados, usando, desde la loable coherencia, la metáfora polivalente del acierto en libre disposición de ensalmo. Poemas que dejan huella imborrable en el lector de una manera natural, sin estridencia ni ruido alguno; sí, con notable fuerza inspiradora. Una huella que se hace más valiosa con el paso del tiempo, ya que los poemas poseen un sentido estético vibrante que actúa tras la lectura, conformando un código secreto, comprometido, sensible, singular. Carácter que revela la relevancia, la particularidad, el acento especial de una elegante y a la vez sobria voz conmovedora, que acaba relampagueando por nuestro interior con inusitada fortaleza: el poema se lee y se explica casi sin que nos demos cuenta; el lector ha de traducirlo debidamente, ha de recorrer ese camino que se le propone, sintiéndolo propio; ha de hurgar, deleitarse, sufrir, inquirir y hacerse preguntas -aun no siendo muy consciente de que lo hace-, pues  los versos crean un vínculo sumamente estrecho con el lector. 
Los poemas más cortos, esos que llevan el singular peso y el admirable sello de la levedad en José Verón, son, generalmente, de contenida y moderada melancolía, llegando nítidos a la conciencia lectora gracias a las ráfagas de emotividad y de verdad poética que les imprime.
El libro que ahora tengo –gracias a su generosa donación- entre las manos, lleva por título “Ritual del visitante”, su última publicación. Son poemas que revelan la magnificencia del poeta; que abducen hasta en el “in illo tempore”, como una verdadera avalancha de emociones; esas que sin darnos cuenta, desde la soledad lectora la tarde y el viento, van quedando y reconfortando “Sobre los signos de un papel dormido” el ánimo. Son poemas del autor y son de todos nosotros, son poemas al viento. Versos a veces de delicada melancolía; otras, rigurosos, certeros, necesarios; todos ellos marcando un eco filosófico, que deja prolongada una sana alteración: la trasmisión de una voluntad ética sincera y admirable. Este libro deja, en su recapitulación o síntesis, una grata y delicada sensación de sobrada inteligencia. El poeta aragonés, en esta obra, como en  poemarios anteriores, se desnuda por dentro para poder situarnos en su universo reflexivo más personal y nítido; como si estuviéramos ante un revulsivo, ese que despierta la voz independiente, pero cercana, muestreándonos un carácter sensible, un pensamiento sonoro nada estridente, y un delicado hacer. Voz armoniosa y tenaz la del poeta, que nos descubre el desasosiego íntimo dentro de un mundo de contrastadas imágenes, que él sitúa en el cofre multicolor de sus emociones más personales. Pocos autores sienten y mueven el verso como lo hace José Verón. Lúcido y conmovedor, nuestro poeta es profundo, es magnético y es cercano; aunque a veces, como buen rapsoda, parezca ensimismarse en poemas sugestivos, muy bien estructurados, que van in crescendo cual generosa sinfonía; poemas que subyugan y sobrecogen, en un exceso emocional siempre vibrante; poemas en los que parece encerrarse solitario el poeta para no hacer ruido... Algo que como lectores agradecemos profundamente, porque, “A través de las horas/ habla la inmensidad iluminada/ por el sol vertical del mediodía…  Y nada más, ya que  “Sólo el eco brutal de las ausencias” parece tener sentido…
Gracias por este libro, estimado amigo, apreciado Poeta.

Con el poeta en Calatayud intercambiando libros...

Puedes obtener este libro en Casa del Libro.

jueves, 28 de febrero de 2013

"COLLAGE DE POESÍA" de Karyn Huberman

Durante los años 2010 y 2011 Karyn Huberman fue realizando una serie de collage tanto visuales como poéticos y ahora los ha recopilado y ha decidido colocarlo en forma gratuita como ebook para que así la poesía pueda llegar sin fronteras y sin problemas de coste a quien desee. Lo único que le agradaría es tener sus comentarios sobre su contenido y que lo compartan con sus amistades para que llegue a mucha más gente. La poesía es para todos. Muchas gracias.
http://issuu.com/karynhuberman/docs/libro_collage_de_poes_as


Aquí el comentario reseña que realiza un amigo común sobre el contenido de este libro:

Un Collage de poesía viva.

Cuando leí por primera vez un Collage de Karyn Huberman, el pecho se me descolgó, era tan bello que lo leía y lo releía con unas ansias in finitas de entenderlo; estaba ese día sentado con mi portátil en la Laguna de San Lázaro mirando las bellas murallas de Getsemaní con los edificios milenarios en sus entrañas y sus multicolores casitas. Ni esa hermosura del espacio cartagenero logró ese día distraer mi mente para que pudiera absorber los versos de aquel poeta y las estrofas milimétricas creadas por Katy; era como sacar del polvo mágico lo más puro en letras que los Vates escogidos habían dejado en sus creaciones y entresacados con tanta maestría que se convertía en un instante cuando uno comenzaba a leerlos en sabiduría lírica y en ese instante es cuando el corazón se despega volviéndose un volcán de sentimientos, desde ese día soñaba con tener uno cada semana y cuando no llegaban me desesperaba y le reclamaba a la brillante autora con el temor de irrespetarla, pero no ella siempre aparecía con otro y en cada uno de ellos se encendía mi espíritu mucho más y buscaba en mi biblioteca al poeta o en la virtual si no lo tenía.

Collage de amor y tiempo una polifonía que subyuga, donde cada poeta es representado con la magistral pluma de la autora que a la vez nos entrega un pedazo de su tierno corazón, con una inspiración de nobleza que constriñe los espíritus y acorta los anhelos del ser que parte en su camino de rosas con el malagueño Vicente Aleixandre ese poeta inmenso que le hace bellos homenajes al dolor con lágrimas y allí ya queda uno prendado para leer como si fuera una partitura solemne los verses más delicados y bellos y cuando termina con ese seguidilla de emociones del poeta Norte Americano- Walt Whitman la intención real es regresar de nuevo donde Vicente para empaparse aún más de esos incomparables rimas que caminan alegres por todo ese libro.
Yo lo quiero tener en mi biblioteca, para que mis tres nietos cuando vengan a vacaciones lo lean y se acaben de convencer de que existe un fenómeno lírico que se denomina Collage y que mi respuesta cuando me preguntaron, porque el profesor dudo mucho, era cierta y que Karyn Huberman es la autora de esos tan bellos que antes les hice leer

Es un libro de biblioteca, es un tesoro literario que todos debemos tener porque no vamos a volver a conocer otro igual a no ser que Katy nos alegre el corazón con otro. Además en la zona virtual está lindo. Yo me imagino la belleza en su propia edición. Qué hago ahora para agradecerle a Karyn por haberle dado tanta alegría a mi corazón. No sé de verdad hasta donde llegue la fuerza de mi espíritu para decirle finalmente ¡Qué su libro es una belleza! ¡Y su regalo una paz para mi alma! Y un aplauso de mis compañeros poetas.
 Gustavo Leal
Desde Cartagena de Indias.

"FUERA MÁSCARAS" de Raquel Herrero Al.


Dice Raquel sobre su obra:

A  lo  largo  de  esta  obra  encontraremos  ejemplos  de  familias,  cuyo  entorno  más  cercano  convierte  a  las  mismas,  en  víctimas  avergonzadas,  mientras  sus  verdugos  campan  a  sus  anchas  por  la  vida  por  el  solo  hecho  de  que  “de  vez  en  cuando”,  piden  perdón.
Con  este  “noble  gesto”,  lavan  sus  conciencias,  para  después  seguir  actuando  del  mismo  modo,  y  lo  qué  es  aún  peor.  En  este  circulo  vicioso,  las  víctimas  ustedes  y  yo  nos  convertimos  quizás  sin  darnos  cuenta  en  cómplices  de  estos  verdugos,  cuando  hacemos  oídos  sordos  a  hechos  lamentables  qué  todos  conocemos,  y  que  por  desidia,  vergüenza,  miedo,  o  simplemente  comodidad.  Eludimos  pero  lamentamos  a  sabiendas  de  que  con  ello  no  solucionamos  nada.

¿Porqué  son  las  víctimas,  y  no  los  verdugos  las  que  se  sienten  avergonzadas?.  Serán  ellas  mismas  las  que  nos  den  la  respuesta.
En  cualquier  caso  el  principal  motivo  de  este  libro,  es  poner  mi  granito  de  arena.  Haciendo  publica  denuncia  de  hechos  que  por  desgracia  no  son  ficticios  o   producto  de  mi  imaginación. 
Por  tanto  yo  soy  simplemente  portavoz  de  lenguas  mudas  que  no  saben,  no  pueden,  o  no  quieren  hablar.

A  todos  los   lectores
Mi  más  sincero  agradecimiento.

jueves, 21 de febrero de 2013

"EL ÁRBOL DE LA VIDA" de Javier Carrasco


La incesante lucha del hombre a través de los tiempos por vencer  a la muerte y así alcanzar el sueño eterno de la inmortalidad es el hilo conductor de las tres historias que se desarrollan en la obra de Javier Carrasco (Ceuta, 1962), cada una de ellas en un tiempo y espacio diferente. La primera nos remite a los inicios del Cristianismo, donde el griego Juan el Presbítero parte a Éfeso para escuchar la versión que de la vida de Cristo y los Hechos de los Apóstoles ofrece el judío Yehohanán el Sacerdote, último discípulo directo de Jesús de Nazareth que queda con vida. 
En la segunda, el marco temporal es la Guerra de Vitenam, donde un soldado negro, Samuel Johnson, rememora su pasada y ahora lejana vida en el Harlem neoyorkino mientras sufre junto a su patrulla de reconocimiento los fatídicos efectos colaterales del “fuego amigo”. 
En la tercera historia, el novelista nos desplaza hacia el futuro cercano, con una trama detectivesca donde se plantea el peligros cóctel que supone mezclar los avances de la biotecnología con la manipulación de seres humanos por parte de una peligrosa secta.  La exhautiva documentación, la buena administración de los resortes argumentales y un lenguaje marcadamente visual que permite al lector recrear en su mente las impactantes imágenes son los principales alicientes de esta trilogía de novelas cortas llamada “El árbol de la vida”.
Se puede adquirir para Kindle en Amazon.