Dice Raquel sobre su obra:
A lo largo de esta obra encontraremos ejemplos de familias, cuyo entorno más cercano convierte a las mismas, en víctimas avergonzadas, mientras sus verdugos campan a sus anchas por la vida por el solo hecho de que “de vez en cuando”, piden perdón.
Con este “noble gesto”, lavan sus conciencias, para después seguir actuando del mismo modo, y lo qué es aún peor. En este circulo vicioso, las víctimas ustedes y yo nos convertimos quizás sin darnos cuenta en cómplices de estos verdugos, cuando hacemos oídos sordos a hechos lamentables qué todos conocemos, y que por desidia, vergüenza, miedo, o simplemente comodidad. Eludimos pero lamentamos a sabiendas de que con ello no solucionamos nada.
¿Porqué son las víctimas, y no los verdugos las que se sienten avergonzadas?. Serán ellas mismas las que nos den la respuesta.
En cualquier caso el principal motivo de este libro, es poner mi granito de arena. Haciendo publica denuncia de hechos que por desgracia no son ficticios o producto de mi imaginación.
Por tanto yo soy simplemente portavoz de lenguas mudas que no saben, no pueden, o no quieren hablar.
A todos los lectores
Mi más sincero agradecimiento.
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